De La Casa de Aníbal Troilo a Café la Humedad: Un cambio muy a la argentina

Durante muchos años, un local de la calle Carlos Calvo se identificó como «La Casa de Aníbal Troilo». En él, a través de varias etapas, funcionaron Restaurant, Salón de Fiestas, Cena Show, Miniteatro y otros rebusques gastronómicos; lo bien que fueron haciendo los distintos responsables del lugar, dada la seguidilla de crisis económicas -algunas anunciadas y otras, a traición- que fueron determinando la imposibilidad de alcanzar una estabilidad deseable para la continuidad de cualquier negocio.

Ahora en ese lugar, alguien, en nombre de Cacho Castaña, arranca una etapa para el lugar con el nombre de «Café La Humedad». Se espera que consiga buenos resultados, ya que, por un lado, para esa zona, los atractivos nocturnos son necesarios para evitar la sensación de que el reloj levanta muros entre la vida de un barrio y la nada, mientras que por otro, que Cacho pueda coronar, con su legendaria «marca», una carrera en la que sus éxitos, muchas veces excedieron lo musical.

Nada de todo eso quita el sabor amargo que deja que una marca, por respetable que sea, venga a tapar a otra como si se tratara de estampillas legales que requieren que la última sea la que quede visible. «La Casa de Aníbal Troilo» carga con una historia de 50 años de espectáculos de tango que significaron tanto el escenario para consagrados y maduros del género como la oportunidad para debuts y lanzamientos de carreras de artistas. Tanto significa ese nombre, que siempre disputó su atención con un espacio cultural identificado como «La Casa Natal de Aníbal Troilo», en el legendario inmueble de la Calle Cabrera 2937, en la zona del Abasto.

No obstante competencias y tiempos económicamente críticos, La Casa de Aníbal Troilo obtuvo un reconocimiento de la legislatura porteña en 2008, tras 50 años de actividad. Ahora ese mismo lugar es «Café la humedad». No está mal que Cacho Castaña sea la cabeza visible de un negocio de tango. Nos encanta que tengamos un ligar con el nombre de Café La Humedad. El problema es que nos entristece perder uno que se llamaba La Casa de Aníbal Troilo. Y sabemos que se trata de negocios privados, por lo que no hay mucho para hacer. Pero nos entristece, del mismo modo (o un modo parecido) a cuando se pierde un cine en un barrio o un pueblo. Quizás un nombre de amalgama hubiera hecho congeniar las cosas «Café La Humedad en la Casa de Aníbal Troilo», pero de solo verlo escrito, comprendemos que comercialmente es aterrador.

En ese lugar, durante muchos años, el estudioso y autor de tango Héctor Ernié, lujoso columnista de tango en el programa Rapidísimo, de Héctor Larrea, durante la etapa de oro de Radio Rivadavia, reunía a quienes lo quisieran escuchar para desgranar lo más sorprendente de su inconmensurable colección de discos y objetos.

El reconocimiento a la etapa saliente del local, está hecho y el deseo de tome por la ruta próspera en el tiempo venidero, también.